Propiedad Privada

"La Parroquia"

LA PARROQUIA

De nuevo estábamos preparados para una nueva aventura.

Esta vez no muy lejos de casa, en un pueblecito cercano al mío, llamado La Parroquia.

Otra vez volvía a tener miedo, otra vez me acompañaban los nervios, y otra vez volvimos a dar la campanada.

Podría definirme a mí misma, como una persona sencilla, y son mis nervios los que demuestran que lo soy. Porque vivo con los pies en la tierra, porque mi cabeza vive sentada en que ninguno de nosotros, somos una estrella; simplemente somos personas que se divierten con lo que hacen y a la misma vez hacen que se diviertan los demás. Y es una satisfacción demasiado grande, cuando esa gente que te mira desde abajo se acerca hacia tí con la sonrisa en los labios, para decirte lo grande que eres.

Y en realidad, tú, lo único que sientes es que eres tan insignificante como un granito de arroz dentro del mar, pero al mismo tiempo te invade la gran sensación del agradecimiento y orgullo que te provocan esas palabras.

Así es como nos sentimos en aquel pueblecito donde el público arrancaba hacia nosotros, su más sentido aplauso desde lo más adentro de su alma. Donde cada palabra que se nos dedicaba era un enhorabuena. Donde nunca antes se recordaba a los vecinos bailando con una orquesta, un grupo o algo que se le pareciera, (en nuestro caso)... Todos esos comentarios nos hacen a cada uno de nosotros, crecernos como artistas para seguir dando lo mejor, pero mantenernos como personas, para seguir siendo buenos artistas. Nunca crecernos como personas para convertirnos en prepotentes artistas que miran el mundo por encima de su hombro.

No somos los mejores del mundo, ni lo seremos, pero somos lo mejor para esas personas que cada noche y en un lugar diferente, levantan sus manos para dedicarnos sus aplausos.

Nos dedican una carcajada, en respuesta a nuestro tonto comentario de la noche y sobre todo, somos los mejores del mundo, cuando hacemos que éste, ésa o áquel que está entre nuestro público, sea capaz de olvidar los problemas y dejarlos en casa, mientras escucha el sonido de Propiedad privada.

Gracias de nuevo.

Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis