LOS MARTÍNEZ DEL PUERTO

Y por primera vez en la historia de Propiedad Privada, conocimos a las añoradas pruebas de sonido.

Sí, por primera vez tuvimos tiempo de probar, cenar , cambiarnos de ropa, y todo por el módico precio de la tranquilidad y no nerviosismo al que estábamos acostumbrados.

Por supuesto aquella noche, dimos la campanada, y no nos hizo falta mucho esfuerzo para calar hondo en aquellos que nos observaban. Simplemente la sencillez y la naturalidad que nos caracteriza fue suficiente.

Personalmente, guardo en el recuerdo, aquella actuación como algo especial. Las habrá mejores, y por supuesto peores, pero aquella era la primera fuera de los brazos de todos aquellos que nos habían protegido hasta el momento. En aquel lugar no existía nadie en la comisión que fuera el primo, ni el amigo, ni el hermano de nadie. Por primera vez, estábamos sólo respaldados por nosotros mismos y por nuestra poca, pero suficiente, experiencia encima de un escenario.

Todo salió a pedir de boca, pero el orgullo viene después, cuando nos llaman para darnos la enhorabuena porque al público le hemos gustado mucho.

Es entonces cuando miras atrás y te das cuenta que no importan las miles de horas que te pasaste sin dormir, ni todos los kilómetros de carretera que tuviste que hacer, si no la satisfacción de saber que lo volverías a repetir cien mil veces más, porque ha habido como mínimo una persona, que ha valorado, tu esfuerzo,y tu dedicación; lo que jamás había hecho nadie. Gracias Diego.

Y por supuesto no puedo despedir este apartado, sin dar la bienvenida al nuevo componente de Propiedad Privada.

Nuestro conductor del camión, montador y técnico: El Parches.

Bienvenido Juan.