Propiedad Privada

"Los seguidores de Arum y Ruidoms"

LOS SEGUIDORES DE ARUM Y RUIDOMS

 

 

Orihuela, mes de julio y un calor que hacía arder las piedras. Después de unas cuantas horas de montaje, pruebas de sonido, etc... Propiedad privada estaba de nuevo preparada para otra noche inolvidable.

Recuerdo aquella actuación como una de las pocas en las que algunos de mis compañeros y yo nos subíamos al escenario temblorosos y con miedo. Sin motivos aparentes o quizás con muchos motivos pero inexplicablemente, cuando yo estoy nerviosa, Lola está nerviosa y Ginés está nervioso.

Mis nerviosos amigos, que comparten conmigo el temblor de mis piernas, y mis ganas de salir corriendo. Cuando a mí me tiembla la voz, a Ginés le tiemblan las manos y Lola tiembla de los pies a la cabeza. Y aquella noche, simplemente por la presencia de alguien que nos incomodaba, aparecieron nuestros queridos enemigos: los nervios.

A excepción de Víctor, que a parte de traer siempre puesta su sonrisa, también viene acompañado por sus nervios, todos los demás suben siempre al escenario con la tranquilidad de un anestesiado; sin embargo nosotros tres nos contagiamos el uno al otro nuestra agonía del momento. No hacen falta palabras, simplemente una mirada o un gesto para darnos cuenta de cómo nos estamos sintiendo.

Pero a pesar de todo, aquella noche volvimos a dar la campanada, y dejamos de nuevo nuestra huella en el lugar donde volveremos a actuar de nuevo el próximo año.

Gracias al agradecido público y a nuestro querido "LOCOMÍA" que amablemente nos acompañó en el escenario. Por supuesto no podía olvidar a la portadora de todas nuestras imágenes. La persona que nos acompaña en todos nuestros conciertos con su cámara de video para dejar sepultados todos los segundos de música de Propiedad privada. Nuestra querida Lali.

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